Las estufas de masa almacenan y liberan el calor de forma eficiente, proporcionando una calefacción constante con un consumo mínimo de leña. Gracias a su sistema de inercia térmica, garantizan confort 2 veces al día por 1-2 horas de encendido.
Se quema una pequeña cantidad de leña en una cámara de combustión optimizada. La combustión es intensa y rápida, generando una gran cantidad de calor en poco tiempo.
El calor generado no se pierde inmediatamente, sino que se absorbe en la masa térmica de la estufa, hecha de materiales hormigón refractario.
Los gases calientes recorren un sistema de canales internos dentro de la estufa antes de salir por la chimenea. Este diseño maximiza la transferencia de calor a la masa térmica, aprovechando al máximo cada carga de leña.
Si la enciendes en la noche, tendrá todavía una temperatura ambiental agradable a la mañana siguiente.